Literaria
Diario de cuarentena Coronavirus: día 3
Imagen | Alicia Fernández-Caballero Diario de cuarentena Coronavirus: día 3 A la mierda, hoy me desperté a las 10:30. Vaya legañas… Por primera vez cené en silencio, sin televisión. Me costó resistirme a esa atracción oscura que tengo por la información morbosa que aunque sé que es basura para mi cabeza, sigo consumiendo. Ese silencio tardó 2 minutos en embriagarme. Como no sonaban coches, ni pitos, ni flautas, fue balsámico. De primeras estuve nerviosa, tentada a coger el móvil y
Diario de cuarentena Coronavirus: día 2
Imagen | Alicia Fernández-Caballero Diario de cuarentena Coronavirus: día 2 Les he pasado el rodillo-pegatina a todas mis chaquetas y abrigos, ni un pelo, ni una sola ceniza al libre albedrío. Estoy fumando más que nunca y no tengo ni un quicio de balcón. Espero que la tos no les confunda. La vuelta al trabajo ha sido normal, un lunes más, mi trabajo es tan primario que el coronavirus no afecta. Me afectan más otras cosas, como el vecino que
Diario de cuarentena Coronavirus: día 1
Imagen | Alicia Fernández-Caballero Diario de cuarentena Coronavirus: día 1 Estoy motivada y quiero ser responsable. Quiero aprovechar el tiempo, hacer todo lo que antes deseaba pero nunca hacía. Voy a visitar museos, online, escuchar algún concierto, cómodamente desde mi sofá comiendo pipas, sin que me empujen y sobre todo, sin la “obligación” de “alcoholizarme”. Ayer hice acopio de víveres, saqué dinero y ¡conseguí un bote de gel hidro alcohólico! Hoy hablé con mi familia y amigos, por fin hice
El exponente
Imagen | Edurne Rivero Antes, se requerían por lo menos veinte años para que un punto fuese una sombra; ahora, apenas unos segundos. En la madrugada las farolas alumbran avenidas inexistentes, recodos ignotos que ha creado la mente humana a la sombra del corazón se abren paso. ¿Dónde está la hoguera única, el fuego primero que muchas noches bastó? Se ha convertido en un incendio que sobrevuela nuestras ciudades pintándolas de falso techo, mientras el verdadero bosque, aquel que con
Una vida sin mí
Imagen | Rebeca Madrid 12.02.2000.- No creo en los fantasmas, pero hace tiempo que uno de ellos viene a visitarme. Llega siempre tarde, cuando llevo horas en el gabinete y Nuria duerme arriba, soñando seguramente con los hijos que nunca hemos tenido –Pablo, Luisito, Micaela–, todos esos niños que corren en sus sueños y juegan en ellos al escondite, y saltan, y se ríen, y nunca tosen o tienen fiebre. Como no creo en él, el fantasma desaparece a ratos;
Ladera abajo
Imagen | Rebeca Madrid Recuerdo que por aquel tiempo éramos jóvenes, tan jóvenes en realidad que nuestros rostros de entonces se asoman ahora por el ventanuco de mi memoria con gesto burlón. La sangre nos ardía en todo momento y por eso, al poco de llegar, nos pusimos a partir leña (o a destrozarla) en medio de fuertes alaridos. El caserón estaba medio en ruinas, pero por todas partes resplandecía la primavera, y éramos jóvenes, y nada de lo que