Literaria
Bajo la cueva del 95
En La Argentina cuelgan mangos y naranjas a destajo. Los devoramos con ese sentimiento de urgencia, ese por si acaso donde la naturaleza todo lo puede cambiar. En La Argentina nos hablan de sus tierras, de su supervivencia. Nos hablan del valor de su entorno, de la puerta que se abre, del mal de la explotación y de las ganas de cambio. Con los brazos abiertos, nos hablan de lo que fueron y de lo que pueden ser. Confundidos, asumen
MEMO
Hace tiempo que nos conocemos. Apareció por sorpresa unos años atrás, cuando yo aún era tierna y uniforme. Llegó e hizo de mí su universo para convertirse, en cuestión de un rayo, en mi nueva vida. Al principio nuestra relación fue turbulenta, me hacía gritar de dolor y desesperación, no se cansaba. Quiso ocupar un espacio que no era para él, se abrió camino y se llevó por delante parte de mi ingenuidad. Me robó la capacidad de soñar,
TETAS
En mi pecho hay dos esferas, no son simétricas, no son ni familia. Tienen mucho carácter, a veces se enfadan y desprenden fuego. Otras me avisan de que algo malo va a suceder. En ocasiones se pierden el respeto y toman caminos separados, son seres diferenciados y atómicos. Su cerebro se aloja en su centro, sobresale y es cambiante. Se emocionan siempre que le ven. ¡Es él! Un día gritaron de dolor porque se chocaron con mi alma, desde
esto es para decirte
Esto es para decirte que guardé tres zanahorias para ti. Las dejé en una bolsa fuera de la nevera, donde me dices, me decías y ya no me dirás que deben estar. Esto es para decirte que creo haberme ido. Esto es para decirte que dejé tres zanahorias para ti. Tengo muchas cosas por hacer. Tengo que. Son tantas cosas que empezaré por no hacer. Tengo que. Tengo que leer algunos libros sobre las comunidades ancestrales y sus
Guayabuna
Nadie sabe de la existencia de Guayabuna, ni siquiera ella misma. Desde lo alto, palpa la amalgama tumultuosa y disecciona todos sus movimientos. Guayabuna se envuelve en texturas verdes, vivas. Abajo, se puede nadar sobre el humo. Se pregunta qué significa esa actividad frenética que parece empezar al pie de la montaña. Es un ir y venir obsesivo como si con el fin de la naturaleza surgieran las ambiciones. Guayabuna se encuentra en el lugar más privilegiado de los cerros
El norte de la catarsis
CONTEXTO Esta es una ciudad del norte. Del norte de algún país, en todo caso del norte del hemisferio norte. Una de esas ciudades con costa, en un día apagado, de marea alta y lleno de atormentadas nubes negras. Un paisaje tan trágico y apocalíptico donde resulta imposible no sentirse en pie. Tenemos ante nosotros el cuadro que pintaríamos si supiéramos pintar la costa de algún norte. Ante esta estampa, lo único que sabemos es que ésta es una
(Casi) cruzamos los márgenes
(A partir de “Retrato en verso” de Accidents Polipoètics) Casi se quema la cocina. Casi nos carbonizamos o casi pudimos ser valientes. A veces, incluso casi rescatamos la magdalena del fondo del vaso. Casi empezamos a vivir de esa manera y a casi dejar todos los vicios para después casi reconocer que no eran vicios, sino costumbres casi revolucionarias. Nos pusimos casi de perfil delante del espejo, casi acostumbradas a cerrar los ojos, casi nunca sabiendo qué hacíamos casi