En el artículo anterior se explicaron los inconvenientes del consumo del azúcar, ahora bien, hay otros edulcorantes que también pueden ser perjudiciales para la salud.
Cuando el médico nos dice que tenemos los niveles de azúcar un poco altos y que tenemos que limitar su consumo solemos emplear otros edulcorantes pensando que no son nocivos para nuestra salud, aunque realmente le estamos haciendo un flaco favor.
Algunos edulcorantes que se comercializan como substitutos del azúcar para las dietas hipocalóricas y Diabéticos son:
-Aspartamo (E951), es 200 veces más endulzante que el azúcar.
Se transforma en el organismo en fenilalanina, ácido aspártico y metanol. Durante la metabolización el metanol se transforma en formaldehido, un compuesto que la OMS consideró cancerígeno. Tanto la fenilalanina como el ácido aspártico son neurotóxicos. Los pacientes con fenilcetonuria no pueden consumir este producto por no poder metabolizar uno de sus compuestos, la fenilalanina. A los cinco años de ser comercializado se vieron los numerosos efectos negativos que originaba en la salud, y Estados Unidos (21 estados), Islandia, Noruega, filipinas y Japón prohibieron su comercialización.
Es importante leer bien las etiquetas antes de comprar, ya que este edulcorante lo podemos encontrar oculto en refrescos, zumos, chicles, bollería industrial, productos “light”, e incluso en excipientes de medicamentos.
-Sacarina (E954), es 500 veces más endulzante que el azúcar y potencia la acción cancerígena de otras substancias. Está prohibida en Canadá y Francia.
-Polioles (E420, E421, E953, E965, E966, E967), su abuso puede producir distensión abdominal, diarreas, flatulencias y mareos.
-Azúcar moreno, es el resultado previo a la obtención del azúcar sin haberlo blanqueado.
-Fructosa o levulosa, es un monosacárido presente en la fruta, sin embargo el que se comercializa se obtiene a partir del azúcar blanco por un proceso enzimático más barato. Es una substancia química exenta de vitaminas, minerales y fibra. En comparación con la sacarosa no eleva bruscamente los niveles de glucosa en sangre pero se ha demostrado que aumenta la formación de triglicéridos.
-Dextrosa: producto químico obtenido a partir del almidón. Muy utilizado en golosinas.
Alternativas saludables al azúcar y los edulcorantes:
– Stevia, que endulza 300 veces más que el azúcar (importante que no contenga esteviosidos).
– Miel cruda (sin pasteurizar), la podemos encontrar en pueblos o herbodietéticas.
– Canela.
– Melazas de cereales ecológicos como por ejemplo melaza de arroz.
– Concentrado de manzana.
– Sirope de arce.
– Azúcar de coco.
– Azúcar integral de caña.
Aunque sean más saludables que los anteriores no significa que debamos aumentar su consumo, principalmente los diabéticos, ya que todos ellos excepto la stevia contienen un alto índice glucémico. Podemos utilizarlos en ocasiones puntuales para endulzar nuestros postres, infusiones o tés.
Para combatir la adicción al dulce, primero se debería revisar nuestra alimentación diaria, si estamos acostumbrados a ingerir grandes dosis de azúcar a lo largo del día es normal que nos cueste desengancharnos. Por ello lo ideal sería llevar una alimentación equilibrada a base de verduras de sabor dulce como la calabaza, boniato, zanahoria, cremas con cebolla, puerro e hinojo, frutas dulces como el melocotón, papaya, mango, higos, compotas, cereales de grano integral, proteína vegetal y animal, grasas de buena calidad, frutos secos y semillas.
Si decides abandonar los dulces de tu dieta, pueden aparecer los primeros días síntomas como irritabilidad, insomnio, apatía o fatiga. Para minimizar estos síntomas puedes recurrir a pequeñas cantidades de fruta desecada como orejones, pasas, dátiles, higos, frutos secos, compotas de fruta. Incluso incluir en los desayunos grasa de buena calidad como aceite de oliva virgen extra, aceite de coco, huevo u otra proteína animal.
¿Significa esto que tenemos que prescindir de nuestros dulces placeres?
En días puntuales se puede recurrir a postres saludables con ingredientes de buena calidad y de naturaleza dulce o edulcorantes saludables como los citados anteriormente.
RECETAS DE DULCES SALUDABLES
COMPOTA DE MANZANA
Ingredientes:
- una manzana pelada
- 1 c.s aceite de coco
- 1 c.s coco rallado
- 1 c.s de semillas de lino molidas
- 1 c.s frambuesas liofilizadas
- 1 c.p de Canela
Elaboración:
- En dos dedos de agua con una pizca de sal, hervir la manzana previamente pelada y cortada en gajos durante 5 min.
- Retirar del fuego y batir junto con todos los ingredientes excepto las frambuesas que las añadiremos al final para decorar.
MOUSSE DE CHOCOLATE
Ingredientes:
- 2 boniatos medianos
- una tableta de chocolate 100% cacao sin azúcar
- 6 dátiles medjoul
- una c.p de aceite de coco
- una c.p de harina de algarroba
- una pizca de canela
- coco rallado para decorar
Elaboración:
- En una olla al vapor introducir los boniatos pelados y cortados a gajos.
- Fundir la tableta de chocolate al baño maría.
- Cuando estén los boniatos blandos añadir en un vaso batidor todos los ingredientes junto con el chocolate fundido excepto el coco rallado.
- Cubrir una fuente con papel de hornear y añadir la mezcla realizada. Debe de quedar un grosor de tres dedos de alto. Introducir en la nevera para que se solidifique durante 6 horas.
- Servir cortado a taquitos y espolvorear coco rallado por encima.
Leer más en Homonosapiens| Bases para una alimentación equilibrada
Leer más| “El equilibrio a través de la alimentación”, Olga Cuevas, Artículo «los males del azúcar», Idea de receta
Hola Sara, me quedo un poco frio.
Hecho de menos información sobre esas alternativas saludables. Por ejemplo, información sobre los efectos positivos de la Stevia.
Si buscamos información sobre cualquier cosa, podemos encontrar tanta a favor como en contra de ella. ¿Cómo podemos discriminar lo que posiblemente sea más correcto?
Te propongo que nos vayas informando en esa línea de diferentes productos que usamos en nuestra alimentación.
A raiz de tu receta de compota de manzana, me he fijado en el aceite de coco y tomándolo como ejemplo, sería interesante realizar una comparativa entre las propiedades nutricionales de este tipo de grasas y las que usamos de modo habitual, como el aceite de oliva o girasol…
Me encanta tu sección y te animo a continuar.
Muchas gracias Granpepe, me alegra que te guste la sección.
Como bien dices, hay mucha información al respecto tanto a favor como en contra, por un lado nos va bien para no posicionarnos y ver las dos caras pero por otro nos crea más confusión.
Los artículos que he escrito me he basado en información que he recopilado en los libros que he leído, en apuntes de mis profesores o en páginas fiables.
Gracias por tu aportación, lo tendré en cuenta para futuros artículos.
un saludo!